
El reciente lanzamiento de la Fase 3 del programa económico incluyó la flexibilización y flotación cambiaria, respaldadas por el saneamiento del balance del Banco Central de la República Argentina (BCRA). En este contexto, se perfeccionó el esquema de agregados monetarios para robustecer el régimen monetario.
La transición hacia el nuevo régimen cambiario se implementó de manera ordenada, sin sobresaltos, lo que se reflejó en:
1. La estabilidad del tipo de cambio y las tasas de interés en el mercado monetario.
2. La disminución en la cotización de los dólares financieros y la eliminación de la brecha cambiaria con la cotización del dólar oficial.
3. Una trayectoria descendente de la inflación durante el período de transición.
4. Expectativas inflacionarias del sector privado ancladas, alineadas con el proceso de desinflación en curso.
Las medidas que se detallan a continuación buscan consolidar estos logros y garantizar un horizonte de mayor previsibilidad en el equilibrio monetario.